El otro dia estaba pensando en que ya me gradue! :D con honor y gusto puedo decir que soy todo un licenciado en la enseñanza del idioma inglés... en otra entrada hablare de mi vida univeristaria, por ahora me enfocare en el discurso de clausura que me toco dar... y aqui esta!
*Antes de dar inicio a
este discurso, me gustaría agradecer la presencia del rector, Dr. Javier
Saldaña Almazán y a los miembros que nos acompañan en el presídium por
engalanar esta clausura con su presencia.
Esta noche, tengo el
honor de ser la voz representante de mi generación y dar el discurso de
clausura. Por supuesto es una gran responsabilidad, y como tal, le dedique el tiempo y esfuerzo digno de cualquier trabajo
de final de semestre… ¡así que comencé a escribirlo ayer en la noche!.
Para iniciar, hice un
poco de memoria y me remonte a los primeros días de la carrera. Obviamente no
nos conocíamos y casi ninguno tenía una idea clara de lo que estaba por
suceder. Eventualmente nos involucramos con nuestra carrera. Nos hicimos amigos
y formamos grupos afines. Durante las clases era común que, cuando un profesor
decía: “formen equipos de 3”, nosotros preguntáramos: ¿no pueden ser de cuatro?
Sucedieron muchas cosas y no siempre entendimos el porqué de ellas.
El tiempo siguió avanzando, y en un abrir y cerrar de ojos dejamos de ser “los nuevos” para convertirnos en “los que ya se van”. Es ahora cuando podemos detenernos un momento, mirar hacia atrás y darnos cuenta que el esfuerzo que hicimos por cuatro años, ha valido la pena y ahora es recompensado. Con orgullo les digo compañeros, ya somos profesores de inglés.
No obstante, permítanme
recordarles la gran responsabilidad que estamos adquiriendo. Existen otras
profesiones, en las que los errores pueden llegar a corregirse, sin embargo,
¿Qué pasa cuando un docente se equivoca? El error se fosiliza en los alumnos,
mismos que transmitirán ese error a otros y así sucesivamente. No voy a
pedirles que sean “perfectos”, pero si los voy a invitar a ser responsables.
Preparémonos continuamente, organicen sus clases, convirtámonos en profesores innovadores y nunca dejemos que
nuestras clases dependan solamente de un libro.
También es importante que, no importa cuántos títulos tengan, nunca pierdan la calidad humana. Amen lo que hacen para que puedan perfeccionarlo todos los días. Y, compañeros, sé que ustedes entienden y recuerdan las palabras del gran maestro… nunca dejen de buscar “su santo grial”
También es importante que, no importa cuántos títulos tengan, nunca pierdan la calidad humana. Amen lo que hacen para que puedan perfeccionarlo todos los días. Y, compañeros, sé que ustedes entienden y recuerdan las palabras del gran maestro… nunca dejen de buscar “su santo grial”
Por supuesto, que el
éxito de esta noche no es resultado de la casualidad, sino consecuencia del
apoyo de nuestras familias. Madres y padres, compartan el orgullo que hoy
sentimos pues también se lo han ganado. Después de tantos años de levantarse a
las 5 de la mañana a preparar desayunos. Tantos sándwiches de atún con
mayonesa. Tantos desvelos y preocupaciones desde el kínder y aun durante la
carrera. Gracias por siempre haber estado ahí para nosotros.
No puedo olvidar
mencionar a nuestros profesores, que sin lugar a dudas han sido el molde de lo
nosotros seremos. Pues no solo aprendimos de sus materias, sino de sus métodos
y técnicas. Gracias por dar todo su esfuerzo con nosotros. Dicho lo anterior
estoy buscando trabajo así que pueden considerarme.
Probablemente ya todos
tienen hambre al igual que yo, así que concluyo mi participación con una breve
historia.
Hace 5 años conocí a un joven que no sabía qué carrera elegir para estudiar. Un día, casi por accidente conoció justamente, la UALE y fue casi amor a primera vista. Presento sus papeles para entrar, sin embargo, las cosas no le salieron como lo planeo y no pudo entrar. Aquel joven quedo devastado con esa noticia y sufrió mucho.
El tiempo transcurrió y decidió darse otra oportunidad, volvió a presentar sus papeles y ¿Qué creen?... tampoco lo logro. Sin embargo quedo en lista de espera y se aferró con todo su corazón a esa oportunidad. Alguien allá arriba debió escucharlo porque finalmente obtuvo un espacio ese año. Entro a la universidad y desde entonces día con día puso lo mejor de sí para ser merecedor de aquel lugar que le costó tanto trabajo.
Es por eso compañeros que cuando tengan un sueño luchen por él, sin importar lo difícil que se vea el panorama o los obstáculos que deban vencer.
Por cierto, sé que
aquel joven que conocí, aquel joven que
no se dio por vencido, finalmente logro graduarse exitosamente y esta
noche, les está leyendo este discurso…
-Raul Abarca Valdovinos-