El otro día mientras me
encontraba en casa tras el confinamiento voluntario por la cuarentena, llamó mi
atención un canal de You Tube llamado “The
show must go on”. Dicho canal anunciaba que cada viernes subiría una obra
musical del señor Andrew Lloyd Webber. La gran sorpresa de saber esta noticia
se vio casi igualada por la tristeza de saber que ya me había perdido dos
viernes de obras; sin embargo, mi fe en la humanidad fue restaurada cuando supe
que la obra que estaba en ese momento era El fantasma de la ópera.
Mención aparte merece mi gusto
por dicha obra musical y su historia de amor y redención (hubieran visto la
portada anterior que tenía este blog).
El punto con todo esto es, que
este fin de semana (25 de abril) lanzaron la segunda parte, es decir la obra
titulada “love never dies” (¿segunda parte?) debo admitir que desconocía
por completo la existencia de esta historia, y es que es claro que no es tan
famosa (o antigua) como su predecesora.
LND está envuelta en algo de polémica
por ser de esa clase de historias que amas u odias sin puntos medios. Tomando la
historia 10 años después del final del FDLO, nos presenta cambios en los
personajes principales, mismos que parecen algo distantes de lo que eran
originalmente en materia de personalidad o acciones.
Fuera de lo flojo que parece su
primer acto, o de su aparente distanciamiento de la historia original, resulta
una obra entretenida y alcanza un grado de emotividad que consideré no lograría.
No puedo decir que es una digna continuación, ni que tenga canciones memorables
como la primera, pero en tiempos de cuarentena y dado que está a un clic de
distancia, puedo recomendar que se distraigan viéndola durante sus dos horas de
duración.
Asi es como internet nos ofrece
opciones más allá de las tradicionales para pasar el tiempo ante la situación actual
(quédate en casa). Disfruten esta recomendación y dejen que el ángel de la música
los envuelva una vez más en su mundo.

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