04 agosto 2021

La cinta en la cabecera

El otro día estaba recordando la ocasión en la que, de niño, termine en el hospital por un grave problema estomacal. Estuve ahí unos cuantos días y en ese tiempo, recibía todas las atenciones por parte de médicos y enfermeros, todos muy lindos siempre me llamaban por mi nombre y eso me hacía sentir especial.

Cuando me dieron de alta y me levanté de la cama, finalmente pude notar que, en la cabecera, se encontraba una cinta con mi nombre escrito. Ese pequeño truco permitía que cualquiera que entrara supiera como me llamo, ¡por eso todos me conocían!

Para hacer el momento aún más dramático (para mi), poco antes de salir de la habitación, alguien arrancó la cinta. Curado el niño, había que darle el espacio a alguien más, una nueva cinta para la cabecera.

Ese recuerdo viene a mi cada que termino curso con algún grupo. Durante meses, esas personas son mis alumnos, (¡mis niños!), nos vemos e interactuamos a diario; sin embargo, al finalizar el curso hay que arrancar la cinta. Se cierran los grupos de Whatsapp, se eliminan los contactos, se borran los horarios, etc. Se acaba la relación para iniciar de nuevo con otro grupo.

Ser docente es complicado en varios sentidos, pero muy recompensante en otros. Nos permite conectarnos con seres humanos que, en ocasiones, dejan huella en nuestras vidas. Claro está que a veces, el sinfín de rostros que pasan entre grupo y grupo, no nos permite recordarlos a todos, pero, en el mejor de los casos, los alumnos nos recordarán con el paso del tiempo, y no solo será la cinta la que nos permita recordar nuestros nombres, sino la calidez de nuestro trabajo y esfuerzo.


 

17 marzo 2021

Las flores de la abuela.

El otro día mientras pasaba por el patio de la casa, me llamaron la atención unas flores que lucían particularmente bonitas. Eran las flores de la abuela.

Mi abue no es la típica ancianita que se la pasa sentada viendo su tele (bueno, si lo hace también) pero suele estar muy activa durante el día. Se levanta temprano y sale a barrer la calle, a ordenar por aquí o por allá. Muchas veces cambia las macetas de lugar, o les cambia la tierra; quita las ramas secas de la palma y, si hay agua en la manguera, aprovecha para darles una buena regada.

Se le ve tranquila mientras riega sus plantas, concentrada en sus propios pensamientos, con su batita y su gorra para cubrirse del sol. En ocasiones se pone a hablar con el perico, o con los gatos; ella siempre ha sabido comunicarse con los animales; y a veces ellos responden a través de ella (o eso nos cuenta).

Esos pensamientos cruzaron mi mente mientras veía sus flores. No sé cómo se llaman, (debo preguntarle) pero de momento estas fotos bastan para mantenerlas vivas en pensamiento y palabras.

Que bonitas son las flores de la abuela…


 

05 enero 2021

Carta a los Reyes Magos II

Queridos Reyes magos:

Hace mucho no les escribo, ¿verdad? la última vez que lo hice, aun les ayude con los regalos que le tocaban a mi hermana. Hoy ni ella ni yo hacemos cartita pero aun los recordamos con mucho cariño.

Como saben, las cosas por acá se han puesto feas. El año pasado no fue el mejor para muchas personas e incluso algunas ya no podrán escribir más cartas para ustedes nunca más.

A pesar de todo, creo que la magia que ustedes generan se debe mantener vigente, generación tras generación. Ahí les encargo que si pasan por varias casas, usen cubre bocas y gel antibacterial. No sea la de malas que les de Covid a ustedes y se me pongan mal porque ya son población de riesgo.

A pesar de que ya no lo había hecho anteriormente, les dejare mi carta por este medio; espero la puedan leer y traer lo que les pido ¿ok? Ahí se las dejo…

Queridos Reyes Magos:

Como ustedes saben, este año me porte muy bien. En realidad no hice mucho, ya saben con lo de la pandemia y eso, no pude salir de casa como en otros años.

Como he sido tan bien portado… bueno, dentro de lo que cabe, ¡claro está!  Me gustaría pedirles algunas cuantas cosas. Quiero poder salir a todos lados y convivir con mis amigos, también espero poder darles muchos abrazos y besos ¡extraño eso!

También quiero que me ayuden a que mi familia siga saludable. Cabe mencionar que no solo nos hemos portado bien sino que también nos hemos cuidado mucho para no contagiarnos, asi que por favor ayuden a que mi familia y yo sigamos asi.

Por ultimo hay algo muy especial… ¡quiero comer comida de la calle nuevamente! ya saben que no se puede (o no se debe), pero es algo que extraño mucho.

Sé que con su magia todo lo pueden asi que esta noche me dormiré temprano y espero todos mis deseos se cumplan.

PD. Si lo anterior no se puede, tráiganme un PlayStation 5 pues.

Atte: Wampo