El otro dia, mientras salia muy temprano de mi casa hacia la universidad, me di cuenta de que habia perdido la ya tradicional costumbre de levantarse muy temprano para salir a enfrentar la vida.
Este proceso envuelve a una serie de personas y pasos, por lo general a temprana edad requiere de la labor casi divina de una madre que se levanta entre las 5 y 6 de la madrugada para preparar a los hijos para la escuela, hace desayunos, prepara el "lonche", en ocasiones toca planchar uniformes y hasta finalizar tareas pendientes.
Una vez terminadas las labores domesticas pendientes llega el nada envidiable momento de transportar a los niños a la escuela. si se vive cerca de lugar entonces la madre puede hacer uso de sus artimañas mas exclusivas para pasar de una mujer desvelada y recien levantada a toda una dama con la cara totalmente fresca y maquillada ( todo sea por evitar la critica de la comadre chismosa) claro, que a veces se les escapa quitarse los tubos del cabello o limpiarse la mancha de mayonesa que quedo en la ropa despues de preparar el desayuno.
Para los que ya no tienen el derecho divino de contar con una madre sufren solos este proceso, por lo general la escuela y/o trabajo ya quedan a mayor distancia del hogar, por lo que aquellos que usan transporte publico ven ahi una oportunidad de dormir unos minutos extra, claro, ahi se devera desarrollar la habilidad de despertarse en la parada de destino sin que nadie nos avise.
En realidad la vida matutina es un mundo agitado lleno de gente adormilada, desyaunos express (como tortas de lechuga con salchicha de 10 pesos) e intenso trafico vehicular. Para los que tienen que vivirlo lo mejor es tomarlo con filosofia y dejarse llevar por la buena vibra en lugar de amargarnos el dia por estas adversidades tan comunes y ancestrales.
Sin mas que agregar a esta entrada me retiro pues es hora de enfrntarme a la jungla de asfalto... buen dia everybody!
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