El otro día, mientras dormía plácidamente en mi cama, fui
despertado por una serie de eventos inesperados; para comenzar mi agradable
lecho fue sacudido con cierta violencia, después, los gritos de mis vecinos se
cruzaron con los ladridos de los perros de la colonia. Cuando al fin abrir los
ojos (lo siento soy difícil de despertar) y logre salir de mi habitación, pude
ver a mi familia reunida en la puerta de entrada. En efecto había temblado
aquella mañana y la situación estaba lejos de terminar.
Viviendo en una zona altamente sísmica, un temblor no debe
ser una situación nueva para ninguno de nosotros, sin embargo el ambiente que
se vivió esta mañana tenía algo distinto, la gente estaba altamente asustada y
el hecho de que siguiera temblando toda la mañana no ayudo a controlar el pánico.
Haciendo un poco de investigación al respecto fui capaz de encontrar la causa
de aquel “nuevo” miedo a una ya “conocida” situación.
Resulta que en pasados días, en Facebook ha estado circulando
cierta información referente a un GRAN sismo que tendrá afectaciones
principalmente en el estado de Guerrero y zonas circunvecinas. Remontémonos a
nuestras clases de geología para entender que un sismo NO se puede predecir,
sin embargo, estamos plenamente conscientes de que la zona en la que vivimos
nos hace propensos a un movimiento telúrico de gran magnitud (tomen nota de eso
y no se confundan en la información)
Lo que pretendo expresar con esta palabrería de maestro de
secundaria, es que, si bien me parece muy bueno que la información llegue a
muchas más personas mediante una red social como Facebook, también creo que
dicha información NO DEBERIA ser para todo el mundo. Y es que no todos están preparados
para manejar “la verdad”; en muchas ocasiones se produce caos, temor y un
sentimiento de pérdida de control sobre las acciones que nos pueden afectar.
A todos nos conviene estar preparados siempre, pero a nadie
le beneficia vivir con miedo. El miedo produce caos, el caos lleva a la desorganización
y la desorganización lleva al desastre.
Así que la próxima vez que sientan que se les mueve el piso
(sin que se hayan echado un six de cerveza claro está) recuerden las reglas básicas:
No corro
No Grito
No Empujo
(Pero sobre todo) Lo twitteo
No Grito
No Empujo
(Pero sobre todo) Lo twitteo

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