El otro día me puse a pensar en
los cambios que nos ha traído esta pandemia (si, gracias al Covid-19 es que
regrese a usar este blog, gracias) y entre muchas cosas que han pasado, me
interesé por la parte de las clases virtuales. Para intentar salvar el semestre,
muchas universidades han optado por concluir de manera virtual.
Se escuchaba muy bonito el
concepto; sin embargo, ha traído una serie de problemas de los cuales en
algunos casos, no teníamos ni idea que llegarían. Basta hacer una rápida mención
al hecho de que no todos los alumnos (ni algunos maestros) cuentan con una
computadora, internet, servicio de energía eléctrica (¡en serio!). Sumen a todo
esto, algunos casos de violencia en la familia y como cereza del pastel, la
falta de un espacio óptimo para tomar una clase (donde no se escuche el chisme
de la familia, los vendedores, los autos, las mascotas, el hermanito llorando,
etc.) Estos son algunos de los problemas a los que se enfrentan comúnmente los
alumnos pero… ¿y los maestros?
Es curioso como muchas veces no
se toma en cuenta la vida del docente fuera del salón de clases; no obstante, los
docentes son seres tan humanos como cualquier otro y muchos de los problemas ya
mencionados, también aplican para ellos.
Una publicación de Facebook que
anda rondando en estos días (parece chiste, pero es anécdota) narra cómo unos
alumnos mal intencionados, aconsejaron a un profesor a presionar la combinación
de teclas “Alt + F4” en el teclado, para “activar el volumen”. Si usted tuvo
clase de computación en la primaria, entiende que esta combinación de teclas
cierra la ventana activa.
Si bien la acción de estos jóvenes
(que pudiera o no ser algo cierto, es lo de menos) estuvo completamente mal,
pone en evidencia la falta de conocimiento del docente ante un elemento básico de
computación, o bien su falta de preparación para una clase en línea.
Está bien, seamos menos específicos
y llevémoslo a un plano más general. ¿Los docentes están preparados para dar
clases en línea? Infortunadamente la respuesta es: “no todos.” Los recientes
eventos nos han llevado a alearnos del aula para meternos a nuestras
computadoras, dejamos de usar los marcadores en el pizarrón para maneja el
puntero desde el touch pad. Son acciones que a varios les ha costado manejar.
El problema después de todo, no
es no saber (todos somos ignorantes, pero no todos ignoramos las mismas cosas)
sino la falta de interés por adaptarse a los métodos que esta pandemia (y la situación
social actual dicho sea de paso) nos demanda. Hoy en día no se puede ser ajeno
al uso de un elemento básico como es una computadora, conocimientos de
aplicaciones, paginas, herramientas y demás, que se nos ofrece para dar clases
virtuales.
Docentes, ¡prepárense y actualícense!
Pues muchos de los cambios que se están viendo en la actualidad, llegaron para
quedarse. Lo vivido en estos meses será un parteaguas que dejará atrás a
aquellos que no tengan la disposición de ir con el flujo de demandas actuales.
Estimado compañero docente, si
concluiste esta verborrea y en alguna de tus clases un alumno te sugiera
presionar “Alt + F4” para activar el volumen, intenta demostrar toda tu preparación
y no caer en el hechizo.

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