03 mayo 2020

Mayo… ¡sorpréndeme!


No saben la cantidad de veces que he criticado a mis contactos de redes sociales por poner frases como esa, dando la “bienvenida” a los meses y deseando que les traigan sorpresas y no se cuanta cosa más. Un tipo de pensamiento más negativo expresaría que el inicio de un mes trae pagos de servicios y nada más.

Muchas teorías científicas apuntan a que el tiempo es un mero constructo social. Hemos inventado el concepto para poder establecer patrones sociales, organizarnos y mantener un control sobre nuestras actividades. De ahí surge lo curioso del hecho de pensar que el inicio de un mes pueda dar paso a un nuevo ritmo de vida o cambio de energía.

Sin embargo, esta entrada no pretende iniciar un debate físico o filosófico de ninguna manera, sino apuntar al aparente desuso de ese tipo de frases. ¿Tendrá que ver con los eventos sucedidos a lo largo del año? ¿Será acaso resultado de la apatía emocional que la cuarentena provoca en todos nosotros?

La gente ya no pide que el nuevo mes traiga sorpresas; por el contrario, parece que hartaron de aquello que pedían con tanto fervor mes con mes. 2020 (volvemos a lo del constructo social) parece un año que pasará a la historia por sus eventos nada human-friendly.

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